Wedding Planners y Events Planners. Organización de bodas y eventos en Zaragoza y Madrid
El pasado mes de octubre, La Lola se va de Boda estuvo organizando una boda muy especial en la Bahía de Santander. Hace varias semanas colgamos ya varias fotografías realizadas por nosotros mismos, y hoy, por fin tenemos un poco de tiempo para colgar las fotos que nos ha enviado el fotógrafo Oskar Kalero. Unas fotos preciosas que nos han hecho rememorar todos los momentos vividos en aquella celebración ¡Esperamos que os gusten tanto como a nosotros!
Después de muchos meses de preparación, por fin llegó el gran día: la boda de Luisda y de Patricia a bordo de un barco en la Bahía de Santander. El día salió gris y lluvioso, pero conforme se aproximaba la hora de la ceremonia, el sol fue asomando de forma tímida primero, y con contudencia después.
El barco en el que se iba a celebrar la ceremonia saldría de Pedreña tras embarcar los invitados y el novio. ¿La novia? Embarcaría más tarde, cuando el barco estuviera ya anclado en el centro de la Bahía de Santander ¿Y cómo llegaría la novia hasta allí? En otro barquito más pequeño, que se aproximaba lentamente hacia nosotros. Una vez a bordo, y mientras llovían margaritas en el momento del embarque de la novia, comenzó la ceremonia, con un telón de fondo incomparable que se quedará guardado para siempre en nuestras retinas…
Para decorar el barco, optamos por elementos naturales. En cubierta, lugar en el que de iba a desarrollar la ceremonia, colocamos guirnaladas de verdes con florecitas blancas y conchas, rafia, tela de saco, centros y broches florales para colocar en determinados sitios, y una alfombra blanca… El resultado, el que podéis ver en las fotos. Sencillamente espectacular.
En la planta baja, la decoración siguió el estilo marino. En este lugar, a cubierto, se podría haber celebrado la ceremonia en caso de que hubiese continuado lloviendo, y además se sirvió una copa tras la ceremonia. Para la decoración, decidimos colocar en las mesas modernos centros de gerberas con toques marinos y conjuntos de velas sobre los caminos de mesa elaborados con tela de saco. En el centro, una gran alfombra blanca, y al fondo, cubriendo la barra del bar, guirnaldas como las de cubierta y tela de saco a modo de grandes cortinas, para poder ser usado como lugar de celebración de la ceremonia, o para descorrerlas para servir la copa.
Y para acabar, y siguiendo la línea argumental de la boda, el seating plan. El banquete se celebró en el fantástico Cenador de Amos, un sitio lleno de encanto que cuenta con Estrella Michelín que abre sus puertas en la localidad de Villaverde de Pontones. Allí, diseñamos un seating plan con toque marino y con colores y materiales que permitieran que se integrase sin problemas en la decoración de este restaurante. Troncos marinos, cajas de madera, corazones, rafia… Y para identificar cada mesa, diferentes tipos de barcos.
Otros detalles. Una cesta de flores para recibir a la novia
Cojines para los novios y un bastidor para los anillos
El ramo de novia
El coche nupcial
Caía la noche sobre la localidad cántabra de Loredo. Y como antesala a la ceremonia del barco del día siguiente, La Lola se va de Boda organizó una sesión de fotos preboda en un marco incomparable, en la playa de este pueblecito de Cantabria famoso entre los surferos por las olas que se pueden disfrutar en este paradisiaco lugar.
La localización la tuvimos clara desde el primer momento en que hablamos de organizar una sesión de fotos preboda, las pasarelas que atraviesan las dunas al borde de la playa. El atardecer y los colores rojos y azules del cielo, el contraste con el mar, con la ciudad de Santander al otro lado de la Bahía era el escenario perfecto para esta sesión, complementado con unos botes con velas decorados por La Lola, y por unas botellas customizadas también por La Lola con cuerdas y con las letras que conformaban la palabra love.
Por lo demás, no hacía falta mucho más. El encanto y la naturalidad de Patricia y de Luisda, y el buen hacer de Oskar Calero, un fotógrafo bilbaíno amigo de la pareja. Las fotos, como podéis ver, lo dicen todo; un momento lleno de encanto que siempre nos quedará grabado en la retina gracias a la combinación del fondo espectacular de la Bahía de Santander con la magia de las velas.
